"Vivir la vida y aceptar el reto, recuperar la risa, ensayar el canto, bajar la guardia y extender las manos, desplegar las alas e intentar de nuevo, celebrar la vida y retomar los cielos"
M. Benedetti

miércoles, 26 de marzo de 2014

Ecuador, a través de Cuenca y Baños, nos deja mudos...

Ecuador nos recibe, apenas pasamos la frontera de Perú, con unos paisajes increíbles. Las rutas, llenas de plantaciones de bananos, de plátanos, se transforman en un espectáculo visual. Una vez mas, tenemos que hacer el click de cambio de cultura, comida, precios, monedas, forma de hablar. Un paso más, una frontera más, un nuevo país que nos recibe de la mejor forma... entre amigos.

Ansiosos por conocer Cuenca: una ciudad que deja mudos a unos cuantos, según dicen por ahí. Nos aloja la familia de Ani, una amiga de Carola que conoció mientras realizaba su maestría en Córdoba. Así que los Galán Espinoza nos abren las puertas de su casa a los cuatro, estacionamos la combi en el enorme jardín y empezamos a disfrutar de la ciudad.

Las fotos hablarn por si mismas, Cuenca nos dejó deslumbrados por su belleza, creíamos que Cusco estaba en el puesto número uno imbatible, pero después de caminar varias veces sus calles nos empezamos a dar cuenta que ese puesto debía ser compartido de ahora en adelante.


El centro histórico de la ciudad fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1999. Se la conoce como la Atenas del Ecuador por su majestuosa arquitectura, su diversidad cultural, su aporte a las artes, y por ser el lugar de nacimiento de muchos personajes ilustres de la sociedad ecuatoriana. 



La arquitectura es imponente...
Calles húmedas, casi siempre llueve a la tarde!

Nos sorprendieron la cantidad de grafitis copados, con mensajes libertarios!
Los Galán Espinoza, gracias chicos por la buena onda!
La rusa estacionada en el imponente jardín de la casa.



no queda otra....







En Baños nos reencontramos nuevamente con Agus y Patry, coincidimos los seis en la casa de nuestro couch Juank. La hospitalidad en su esplendor, abrió las puertas de su hermosa casa para tanta gente, nos aconsejó sobre lugares a visitar y compartimos charlas y risas junto a su mujer Silvia.

que peligrosa la vida del viajero, volcanes, tsunamis,.
El grande de Juank haciendo la v y al lado su mujer Silvia. Grandes comilonas nos dimos es esa casa!

Fueron días de largas caminatas por las montañas, de vistas alucinantes desde los miradores mas altos, de risas cómplices entre los seis, de comilonas caseras. Hicimos competencia de vagos, porque nadie podía levantarse antes de la una de la tarde.

Fuimos a la cascada Pailón del Diablo. Me quedé muda al ver semejante chorrazo de agua, cayendo con tanta fuerza. Y mas aun después de recorrer las escalinatas con lindos balcones, una de las diez mas lindas del mundo.

Imponentes paisajes en el Pailon del Diablo
hacete unas escaleritas!

hermosos atardeceres entre las montañas...


cuánto recorrido y cuánto por recorrer...
vista imponente de Baños desde uno de los miradores...

Días después fuimos a la casita del árbol, uno de los tantos miradores de Baños. Es linda la sensación de hamacarse casi en el abismo, ya que cuando haces el primer envión, estas flotando sobre las nubes. A esa altura, en esta época del año, solo ves nubes a tu alrededor.







flotando en las nubes!

La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para que sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar. (Galeano)






                                                                           
tres santos, tres ángeles de la guarda....ponele.

                                                                        Agus



domingo, 23 de marzo de 2014

La Rusa nos lleva por el norte peruano

Luego de conocer Iquitos, no nos quedaba más que partir hacia el norte de Perú. Pero esta vez el viaje sería muy diferente: nuestros amigos Caro y Cheché nos invitaron a ser parte de la Rusa, una chata soviética naranja, bien grande y ancha. Capaz de albergar cómodamente a cuatro viajeros juntos.


Esa invitación fue la puerta para vivenciar el sueño de cualquier viajero: andar por las rutas en transporte propio, con una casa rodante a cuestas, sintiendo la libertad a través del viento que entra por las ventanas.

Así transcurrieron los días desde Chiclayo a Máncora, de ahí hasta Punta Sal, y luego hacia la frontera para pasar a Cuenca, Ecuador.

Fue un recorrido largo, con varias paradas en el medio de la nada, con la compañía de lindas charlas y buenas comidas. La música a todo lo que da, eligiendo cada cd para cada tramo recorrido, cantando mientras miramos por la ventana.


Se armaron dos grupos de coequipers, Cheché y Uli al volante mientras que con Caro tejíamos en la parte de atrás o simplemente nos echábamos grandes siestas. Luego Caro manejando y yo al lado cebando mate, en silencio, viendo los imponentes paisajes en frente mío, sintiéndome tan chica en un mundo tan gigante.

La Rusa en rutas llanas es una diosa, avanza elegante como si hubiese pisado esas tierras varias veces atrás. Lenta, pero con un paso constante, no da signos de querer parar o de cansarse. En cambio, cuando la llevamos por rutas altas, que sólo suben y suben hasta llegar a los 1500 mts de altura mínima, empieza a lanzar sus gritos en forma de burbujas calientes que hierven y calientan el motor. Y ahí paramos… la acariciamos y le damos palmaditas para que no se enoje.

No recuerdo haber visto un atardecer mas lindo que el de las playas de Máncora. Gracias Caro por captar esos momentos con tu Cámara.



Así que viajar en grupo, con semejante hogar, sólo nos da más victorias en esta guerra al tiempo que estamos librando. Desaparecen literalmente las distancias, las corridas, las horas. Mueren, las matamos, las transformamos en simples números sin valor.

¿Y que llega a producir la gigante naranja? Y… por ejemplo, que un tipazo en este caso llamado Vicente de Punta Sal, nos invite a estacionar en frente de su casa, tan solo con vernos viajando en combi. Que este personaje, tan bondadoso como alto, nos ofreciera más de lo que tiene, invitándonos a conocer a sus amigos y vecinos, que pronto se unen al gran grupo itinerante. Así también pudimos conocer a grandes como Pablo el cordobés y el gran cocinero Lucho, personas que llenan nuestra estadía allí con miles de anécdotas y risas. Vicente, gracias por tanto en tan poco tiempo, seguí iluminando el camino de los viajeros que se cruzan con vos como lo venís haciendo hace años.

En el centro, el gran Vicente. Debajo de Uli, el super Pablo!
Los atardeceres en Punta Sal son famosos, queda comprobado el por qué..

Te despertás y te saluda semejante montaña...
Viajar en mototaxi y sentir el vértigo de la velocidad
Escribiendo bajo el calor del sol...
¿Y qué decir de Carola y Cheché? En cada palabra nos une en un sueño compartido, nos conocemos hace tres meses pero pareciera que somos amigos desde chicos. Nos reímos de las mismas cuestiones, reflexionamos juntos sobre nuestras vivencias, producimos artesanías a la par, viajamos viviendo… o vivimos viajando como forma de vida nueva, que sería casi lo mismo.

O te amigas con el desorden... o morís en el intento.
Carola no puede dormir sin almohada, sonríe con un hermoso grito tirando la cabeza hacia atrás y le gusta comer huevadas a mi ritmo, siendo la compañera perfecta para pecar. Cheché tiene un don: te llora en menos de tres minutos, chorreando moco a lo loco. Cocina una exquisitos brócolis al dente y pone caras zoolanders para cada foto que surge.

Si pudimos hasta ahora solo queda decir: al infinito y mas allá!!!
Todos juntos, los cuatro, sentimos que podemos llegar hasta donde sea… y no dejamos de soñar despiertos (porque hasta el día de hoy ésta sigue siendo una actividad gratuita): planeamos futuros viajes juntos… el mapa ya nos va quedando muy chico.
Quedó claro?

                                                                             Agus