"Vivir la vida y aceptar el reto, recuperar la risa, ensayar el canto, bajar la guardia y extender las manos, desplegar las alas e intentar de nuevo, celebrar la vida y retomar los cielos"
M. Benedetti

jueves, 5 de diciembre de 2013

Crónica de unos 1700 kilómetros a dedo


Ir a la terminal de buses y averiguar los precios de los pasajes desde Valparaíso al norte de Chile. Salir horrorizados por el costo. Recordar que muchos viajeros nos dijeron que hacer dedo es fácil aun en distancias largas. Saberlo… pero resistirse a la prueba por semejante incertidumbre. 1700 kilómetros de distancia entre Valparaíso y San Pedro de Atacama­: los dedos hechos hasta ahora no significan nada frente a este desafío kilometral. 


Chile es largo, lo sabemos, pero cuando sacás los cálculos de los kilómetros y pueblos que hay entre la distancia de partida y de llegada, lo comprobas aún más. Y ni hablar cuando te das cuenta de que el recorrido a emprender equivale aproximadamente a una Buenos Aires – Jujuy, límite con Bolivia!

Intentarlo derribando miedos: comprobar una vez más que la suerte está del lado de quienes simplemente se atreven.

El gran desafío cumplido

1) Laguna Verde – Valparaíso: A las 10 am y a sólo cinco minutos de espera en la ruta nos levanta Jimena, amiga de Felipe nuestro couch. A ella la habíamos conocido apenas llegamos a Laguna, así que empezar con este periplo y verla pasar justo en ese momento de partida fue como un gran regalo de la ruta. Veinte minutos de recorrido hasta el centro de Valpo.

2) Valparaíso – Calera: Para encontrar la ruta 5, la famosa y codiciada Panamericana que une a todo el continente americano, teníamos que salir de Valparaíso hasta el primer pueblo que conectara con ella. Como es difícil hacer dedo en una ciudad tan grande, nos tomamos un bus local muy barato hasta el primer pueblo grande siguiente que estuviera sobre la ruta 5. Una hora de recorrido.

3) Calera – Copiapó: Llegamos a la terminal de Calera y caminamos hasta la salida del pueblo con el peso de las mochilas en nuestras espaldas, si o si teníamos que salir hasta la ruta y pararnos allí con paciencia. A las 13.30 hs y luego de solo intentar media hora haciendo dedo, nos paró un camión gigante con 29 toneladas de cemento encima. Sergio, un camionero de 29 años que siempre lleva mochileros, no sólo nos llevó directamente hasta Copiapó (mitad de distancia hasta el destino final) sino que nos invitó el almuerzo y la cena! Nos dejó en la terminal de micros a las 12 pm de la noche para que podamos dormir allí hasta la mañana siguiente. Tuvimos suerte, esa terminal no cerraría las puertas y los empleados de las cajas no tendrían problema de que nos quedaramos allí. Unas 10 horas de recorrido total.



4) Copiapó – Calama: A la mañana siguiente, nos despertamos y desayunamos tranquilos. Caminamos alrededor de 15 cuadras para llegar a la salida del pueblo, en donde retomaríamos la Panamericana para seguir. Cuando llegamos al punto elegido para pararnos, decidimos sentarnos un rato antes de empezar con el ritual para que nuestras espaldas descansaran un poco. Al instante y para nuestra sorpresa, para una camioneta y el conductor baja el vidrio preguntando a dónde íbamos. Uli respondió que para el norte, que cualquier ciudad nos venía bien. Insistió y preguntó específicamente a dónde íbamos, y cuando dijimos Calama, nos dijo: “tienen suerte, voy para allá”. Boquiabiertos y extasiados, desde las 10 am hasta las 19.30 hs: nueve horas y media de recorrido. Diego llevaba una camioneta nueva para entregar a los jefes de su empresa, en una minera de Calama. Él nos volvió a confirmar que los camioneros buscan la compañía de los mochileros para trayectos largos, nos llevan sin problemas con la única condición de no dormirnos y darles charla para que el trayecto sea menos cansador y más entretenido. No quieren dormirse y por eso nos necesitan… y nosotros los necesitamos y buscamos a ellos de la misma manera. Un rato después de levantarnos nos confesará que pasó por la ruta, nos vió sentados con las mochilas y retrocedió para levantarnos porque quería viajar acompañado. Caído del cielo nuevamente.


5) Calama – Intersección ruta para San Pedro: Diego nos dejó en la rotonda de las afueras de Calama a las 19.30 hs. Ya faltaba muy poco para que anocheciera y todavía nos faltaba la recta final. Nos dijo que teníamos que caminar 1 km hasta la ruta que nos lleva a San Pedro. Bajamos de la camioneta, le agradecimos por todo y de repente paro un auto porque nos vio con las mochilas. Nos preguntó a dónde íbamos y nos dejó en el cruce de la ruta directo a San Pedro. Nos ahorró esa cantidad de cuadras y paró otra vez porque vió que éramos mochileros y estábamos caminando en la ruta. Cinco minutos de recorrido, un gran esfuerzo ahorrado.

6) Destino final San Pedro: nos quedaban solo 100 km para llegar, ya eran las 20 hs y ahora si estaba oscuro. Nos paramos en la ruta y a los cinco minutos frena Alexis, que nos dice que va para San Pedro, que nos lleva. No podíamos creerlo, seguíamos sin hacer dedo, sin intentarlo siquiera. Los conductores nos pararon solos, buscándonos a nosotros, ayudándonos a cumplir la meta. 

A las 21 hs ya estábamos en San Pedro, proporcionalmente contentos con respecto al cansancio que teníamos encima. 1700 kilómetros de camino recorrido gracias a la buena onda de los camioneros chilenos, dos días enteros de viaje (solo excedidos unas 5 horas en comparación a lo que hubiese durado el viaje en micro de larga distancia). La ruta de nuestro lado, siendo la protectora de nuestros sueños.

Dicen por ahí que siempre hay que intentarlo, que cuando querés algo tenes que ir por ello. Y sólo así, entonces solo así estará entre las posibilidades… la victoria.




                                                                             Agus

5 comentarios:

  1. Muy lindo relato del viaje. Sin embargo, algunos rumores trasandinos decían que Uli anduvo manejando uno de esos camiones. ¿Serán ciertas esas palabras o fueron puras habladurías?

    El Deibik

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  2. waaaaa! que increible lo que cuentan!!! INCREIBLE! entonses es realmente posible viajar asi! que lindo linddo cuanto me alegro, me emosioné de nuevo!

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  3. Gracias Deibik!!! el pueblo exige el relato detallado del Uli!!!!!! Iri amiga, este relato es el fiel reflejo de que SI SE PUEDE!!!!!!!!!!!!!

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  4. ¡I n c r e i b l e!!!!. ¡ Cuanto me alegro!!! ... por Uds. , que van realizando su sueño y por nosotros que los acompañamos desde aquí tratando de derribar miedos... dudas... incertidumbres,,, y comprobando que mas allá de la buena suerte..., estamos siempre acompañados y protegidos. Gracias a Jimena, a Sergio, a Diego, a Alexis, por ofrecerles su transporte para aliviarles la carga, y su compañia para alegrarles el alma.
    Besos y abrazos. Te quiero hija. y parece QUE SI SE PUEDE!!!!! te extrañamos... Mamà y papà . Amelia Susana

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  5. Si ma, cada día mas compruebo de que SI SE PUEDE!!!! y hay mucha gente buena tratando de que lo confirmemos todos los días! Te amo y te extraño!

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