"Vivir la vida y aceptar el reto, recuperar la risa, ensayar el canto, bajar la guardia y extender las manos, desplegar las alas e intentar de nuevo, celebrar la vida y retomar los cielos"
M. Benedetti

lunes, 28 de abril de 2014

De fotos al 3D: Cartagena en vivo y en directo!

Llegamos a Cartagena luego de hacer un gran esfuerzo, subiendo a lo loco desde Quito. Teníamos una cita muy importante con nuestro amigo Pedro, que tres meses atrás había sacado los pasajes desde Buenos Aires hacia esta ciudad tan prometedora.

- ¿Saben en dónde piensan estar en Abril más o menos? - Me pregunta Piter desde el chat de Facebook, mientras escribo para el blog desde la costa de Perú.

- Y… sabés que esto es difícil de planear, pero bueno, saquemos una especie de cuenta... Calculo que ya estaremos por Colombia. – le contesto ingenuamente.

- Uhhh genial! Bueno, ya fue, me tiro de una, saco el pasaje- me dice sin dudarlo

- Jajajaj Kamikaze. Dale, sácalo que allí estaremos.

Luego de esta charla, pasaron los días y ya empezamos mal. La que pensábamos que iba a ser una corta estadía en Paracas, terminó siendo un acampe argento de 32 días en ese pequeño pueblo. Ya las cuentas no daban… sin hablarlo mucho con Uli sabíamos que cada día que pasaba iba en contra de nuestra promesa de estar en Abril en Colombia.

Pero como todo en este viaje, decidimos que la situación fluya y así llegamos a Quito, con los días contados para empezar a subir al caribe colombiano. No había drama, viajaríamos corriendo de bus en bus hasta llegar a la cita (sufriendo por lo caro que nos resulta Colombia en materia de gastos varios, ¡ni hablar de los transportes!)

La idea central de este viaje es no atarnos a ninguna decisión fija. Es decir, si bien hay un itinerario mas o menos marcado, nos vamos moviendo según las ganas del momento, según la gente que vamos conociendo, según la hospitalidad de cada lugar. La gente, las personas son las que marcan la ruta a seguir y no queremos conocer toooodos los “puntos turísticos que no te podes perder en un país”. Eso no nos interesa, se conoce lo que se puede, se viaja con un ritmo muy desacelerado: aquellos días de turistas de los cuales volvés a tu casa más cansado por haber caminado sin parar por cada destino, quedaron muy atrás…

Así que de repente Pedro en Cartagena… abrimos la puerta de la casa de Andrés que nos aloja en su casa, sonriendo de antemano. Nuestro amigo viajó muchos kilómetros para vernos, para compartir unos días que poco después serían inolvidables. Pensar que hace poco lo veía todas las mañanas sentado frente a mí, en la misma oficina en donde soñábamos compartir un viaje. Ahora por suerte el contexto es otro, diferente, mucho más libre. Nada más ni nada menos que la famosa Cartagena de Indias


una de las ciudades mas lindas del viaje...

una de las tantas entradas a la ciudad amurallada
el barrio Getsemaní y su encanto bohemio



¿Que hicimos durante nuestra estadía en esta linda ciudad? 

Básicamente nos relajamos mucho, hicimos todo con una lentitud y pereza que tranquilamente podría llegar a exasperar a cualquier otro viviente. Comimos exquisitos platos cocinados entre los tres, platos llenos hasta reventar. Caminamos por la ciudad sin rumbo alguno, sin mapa, conversando mientras movíamos los pies hacia la misma dirección. Fuimos hasta zona de la playa, “la más fea del caribe” (¡¡¡después de verla no podía imaginar cómo pueden llegar a ser las otras que nos esperan en unos días!!!). Tomamos muuuuchos jugos de frutas, al punto de parecer adictos a esas combinaciones que sin dudas no encontraremos en Buenos Aires. 

Intercambiamos clases artísticas, Pedro me enseño a tocar el hipnótico ukelele y yo le enseñe a tejer, cuestión que domino en muy poco tiempo creando un amigurumi en pocas horas. Imaginamos hacer estas actividades en algún otro viaje que por supuesto vuelva a reunirnos. 

Nos reímos mucho junto a Andrés, nuestro couch en Cartagena, formando un grupo cómplice para compartir charlas, anécdotas, salidas y partidos de fútbol. Una vez más, cruces culturales de esos que te enseñan, modos de vivir que antes resultaban ajenos pero que ahora ya están más cercanos y amplían nuestra forma de ver la vida. 

¿Y de Pedro que podemos decir? Que es un viajero innato. Tiene todas las virtudes que se necesitan para hacer un viaje largo, se adapta a cualquier medio y actividad, tiene la calma y la paciencia para ser un gran disfrutador de momentos. Los lazos con el ya estaban fuertes previos a este viaje, pero ahora se han hechos indestructibles!

Le agarró la mano enseguida al tejido, un artista por donde se lo mire
Andrés y todo el equipo


caminando bajo el poderoso sol
Como buena fanática de los viajes, del nomadismo y de las fotografías viajeras, me está pasando muy seguido eso de pasar del 2D al 3D. ¿Como sería eso? Estoy conociendo muchos lugares que vi en fotos hace tiempo, paisajes que vengo recorriendo con la mente, deseando estar ahí mientras paseaba virtualmente desde la pantalla de la computadora. 

Es una sensación muy extraña el hecho de estar parada en silencio, viendo la escena, observando cada rincón de esa foto que ya no lo es más, que ya no es algo plano sino todo lo contrario: un cuadro completo, sin bordes, con aromas, sonidos, gente caminando, pájaros volando. Y me quedo quieta, sí, bien quieta. En silencio, tratando de grabar en mis retinas todo lo que puedo ver. Pienso en lo que me costó estar acá, las etapas duras que tuve que vivir, las frustraciones por no animarme a hacer lo que quería. Y sonrío, porque todo fue un camino recto construído con esfuerzo para estar disfrutando de esta nueva vida. Giro sobre mi eje, la foto definitivamente se agranda…



un Botero en el medio de la ciudad

fuera del centro histórico, se encuentra la parte moderna de la ciudad





Un poco de historia...


A partir de su fundación en el siglo XVI y durante toda la época colonial española, Cartagena de Indias fue uno de los puertos más importantes de América. De esta época procede la mayor parte de su patrimonio artístico y cultural. 

Cartagena fue una ciudad principalmente asociada con la historia pirata, fue en ella donde se dieron numerosos ataques por parte de los piratas provenientes de Europa, que encontraron en la ciudad un lugar adecuado para saquear bienes de todo tipo, lo que la obligó a convertirse en la ciudad más reforzada de América del Sur y del Caribe. 

Su centro histórico, la famosa Ciudad Amurallada, fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1984, y en el año 2007 su arquitectura fue galardonada como la cuarta maravilla de Colombia.

Fuera del centro histórico, encontramos barrios mas tranquilos y menos pintorescos, similares a cualquier otro barrio de los que hemos conocido en todo el viaje. Y en la zona de playas, se encuentra un centro moderno lleno de las cadenas internacionales de comida y marcas de ropa: la zona de Bocagrande.


                                                                             Agus


domingo, 27 de abril de 2014

Colombia, el peligro es que quieras quedarte

Pasto, nuestro primer destino colombiano.

Entramos a un nuevo país, con las expectativas y nervios se siempre. Nos habían comentado que los colombianos son de lo mas hospitalarios, que derrochan simpatía por todos lados, que te integran como un amigo apenas te conocen. Mucho peso, muchas virtudes para un país tan castigado por las opiniones del sentido común, por la prensa y por los que opinan sin moverse del asiento de su casa.

Así que bueno, fue entrar, conocer a Ney y a su mamá Olga y comprobar que era tal cual decían por ahí: sentimos la calidez y el abrazo de personas que no nos conocían en absoluto, pero que sin embargo estaban ahí, apoyándonos en este viaje y abriéndonos la puerta de su casa.

Nuestra amiga Carola hizo su maestría con Ney en Córdoba, le escribió para comentarle que íbamos a pasar por Pasto y le preguntó si podía alojarnos por una noche. Recalco que Ney no nos conocía para nada, no tenía por qué darnos una mano. Pero sí, dijo que sí, y nos permitió conocerlo a él y a su mundo. Así de sencillo, así de simple, aunque cueste creerlo. Su mamá Olga nos cocinó riquísimos platos adaptados al veganismo, nos cuidó y malcrió como a verdaderos hijos.

Los esperamos dentro de unos meses en Bs As, queremos devolverles todo lo que nos dieron amigos!

La grande de Olga y Ney
Ney fue un gran guía turístico por su ciudad, nos llevó por todos lados.
vista desde la plaza principal



Al día siguiente, cuando en teoría teníamos que seguir viaje para el norte de Colombia, al pasar por el negocio de William, un amigo de Ney, surge la invitación a un cumpleaños. Nos propone que en dos horas estemos listos para una fiesta en las afueras de pasto, con pileta y todo. 

Por supuesto, no solo dijimos que sí, sino que nos quedamos a dormir la noche ahí, nos metimos a la pileta de día y de noche, bailamos al ritmo de la salsa colombiana, comimos todos juntos y festejamos como si fuésemos amigos de toda la vida. 




Nuestro nuevo amigo William, festejando su cumple con aguardiente!
comprobé que los colombianos bailan MUY bien.
“Esta es su casa” nos repetía William… cada vez que escucho esta frase, quiero volver corriendo a Bs As y empezar a abrir las puertas de mi casa a todo viajero que quiera y a todas las personas que nos alojaron en este viaje. Necesito hacerlo.

Pereira, centro del eje cafetero!

Antes de ir al encuentro de nuestro amigo Pedro en Cartagena, no queríamos dejar de pasar por el eje cafetero, un conjunto de pueblos y ciudades paisajes únicos. Lugares llenos de historia, de un pasado que aun sigue hablando a través de sus paredes y habitantes.

A David lo contactamos por Couch y aunque no nos pudo alojar en su casa, se ofreció para llevarnos a recorrer la ciudad y contarnos todo sobre la historia de Pereira. Caminamos mucho con el e hicimos lo que nos gusta: conocer lugares a través de gente local, no como turistas. 

Pereira nos sorprendió con su modernidad
La vieja estación de trenes
Gracias David por haber sido tan amable!!!!
Salento, una gran maqueta arquitectónica

El pueblo es conocido como el padre del Quindío por ser el municipio más antiguo de este departamento y por se la cuna del árbol nacional "La Palma de Cera".

Se distingue por la arquitectura de su plaza y de sus casas antiguas en tapias de barro, por la amabilidad y gentileza de sus pobladores y por sus hermosos paisajes y excelente clima.

vista del pueblo desde el mirador

Pájaros nunca antes vistos

A lo largo de la calle Real y en ambos costados existen una gran variedad de almacenes y talleres de artesanías donde se exhiben trabajos en madera, fibras naturales, tejidos, joyería, entre otros. Además en algunos locales se encuentran productos alimenticios a base de café y restaurantes de comida típica.

Es difícil avanzar rápido por las calles, porque no podes dejar de pararte a mirar cada balcón.




Cómo hago para volver a las frutas de Buenos Aires?

El Valle del Cocora 

Es el punto mas buscado entre los viajeros y turistas que llegan a Salento. Hace tiempo venía viendo fotos y escuchando hablar sobre esas especies de palmeras altísimas, ubicadas en todo un valle montañoso difícil de describir con palabras (por eso, espero que las fotos ayuden!)

Es el hábitat de la palma de cera, cuenta con una gran biodiversidad y riqueza paisajística ya que presenta un relieve montañoso y valles estrechos que van desde los 1300 hasta los 4750 metros de altura sobre el nivel del mar. 

seguimos coleccionando paraísos en nuestras retinas






verde por todos lados...

Así que, tal como dice el slogan:


                                                                             Agus