Viajar no para escapar… sino para encontrar aún más.
Viaje largo, sin fecha exacta de retorno, como un mínimo intento de libertad tangible, nada más ni nada menos que eso.
Salir a ver, sentir, tocar, escribir, reír, llorar, extrañar, querer seguir aún más.
Búsqueda de lo que no está en los libros, de los detalles silenciosos y hasta a veces silenciados. De aquellos colores aun no vistos, de las palabras aun no pronunciadas, de abrazos aun no recibidos.
Destrucción del reloj como expresión máxima de la rutina, encuentro de otro ritmo, de otro tipo de andar, de obligaciones que solo sean fieles a mí misma...
Poco equipaje, paso liviano pero constante, despojarse de todo lo que NO hace falta, volver a las raíces más simples.
Creatividad como tarea principal de los días por venir, que ésta sea el trabajo no remunerado más placentero. Días como posibilidades de escritura, fotografía, dibujos…
La mente siempre abierta, más abierta que nunca, que el escuchar sea el sentido más ejercitado del cuerpo. Absorber como una esponja todo, todo lo bueno y también todo lo malo.
Descansar…. Para seguir proyectando, para meditar sobre lo aprendido, para hacerle una caricia al cuerpo después de tantos golpes.
Pisar la naturaleza, sentirla, bajar ese concepto muchas veces tan abstracto a la tierra. El paisaje, el mar, la montaña, la tierra están acá mismo: en frente de MIS ojos, detrás de MI espalda, son la base de MIS pies.
Libertad tangible, cómo me gusta este concepto!: ahora decido yo que quiero hacer y cómo encarar los días. No me dejo llevar, me animo a asumir todos los riesgos que esta aventura pueda traerme.
No más excusas, no más resignamiento. Mucho miedo, si, muchísimo. Pero no queda otra, me hago cargo de una vez por todas…
Viajar… ¿qué es viajar? No alcanza el tiempo… y hasta podría llegar a ser aburrido tratar de abarcarlo todo. ¿Sera que todavía no se bien que es? Solo sé que la libertad es un camino de ida. Así que Camino esperame….que ya llego.
Agus
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